Si tienes ganas de conocer Cantabria, ¡no esperes más! Esta bonita tierra verde tiene mucho que ofrecer: montañas, algunos de los pueblos más bonitos de España, parques naturales, playas y una gastronomía que te quitará las penas. Para que descubras esta bonita tierra a tu aire, hemos preparado esta ruta en coche de cinco días por los lugares imprescindibles de Cantabria. Este plan incluye 4 noches en hotel céntrico en Santander y las entradas al Parque de la Naturaleza de Cabárceno y el teleférico Fuente Dé, donde disfrutarás de unas vistas a los Picos de Europa espectaculares. Con esta ruta no solo conocerás Cantabria sino que también dispondrás de tiempo suficiente para disfrutar de sus restaurantes, bares, paseos y tiendas sin estrés. ¡Tú marcas los ritmos! Así que si estás pensando en viajar al norte solo, en pareja, con familia o con amigos, Cantabria es tu destino de vacaciones.
Calzado cómodo
Paraguas o chubasquero si viajas en los meses de lluvia
Ropa de abrigo si viajas en invierno
Si quieres añadir transportes para llegar hasta Santander, si necesitas un coche de alquiler en Santander, si quieres añadir o quitar días a la experiencia propuesta o si quieres personalizar tu viaje, no dudes en contactar con nosotros y buscaremos la opción que más se adapte a ti.
Una vez llegues a Santander en coche, te recomendamos que dejes tus maletas en el hotel y te dirijas hasta Santillana del Mar. Otra opción sería empezar por recorrer el centro de Santander pero nuestra recomendación es que lo dejes para el final ya que te alojas allí. Santillana del Mar está a tan solo 30 minutos en coche de Santander. Es un bonito municipio empedrado en el que se encuentra la Colegiata de Santa Juliana. Recorrer sus calles y visitar la colegiata no te llevará más de una hora, depende si quieres pararte a tomar un buen sobao o quesada con leche o comprar algo en sus tiendas de recuerdos. Cuando termines de visitar este pueblo catalogado como uno de los más bonitos de España, la siguiente parada será el Museo de Altamira, a escasos kilómetros de Santillana del Mar. Este museo es de obligada visita ya que replica la cueva y el arte rupestre de Altamira, ya cerrada al público. La visita te llevará unos 40 minutos ya que, además de la Neocueva, hay una exposición de herramientas y utensilios del Paleolítico.
Al salir del museo, si se acerca la hora de comer, puedes parar por Yuso, un municipio cercano que cuenta con buenos restaurantes de menú tradicional. Por la tarde, de regreso a Santander, para en Suances para ver la costa y hacerte la famosa foto con las letras del municipio en el mirador Quinta del Amo. Si viajas en verano, puedes aprovechar para darte un chapuzón en playa de La Concha o pasear por el paseo marítimo donde en temporada alta hay muchos restaurantes y tiendas abiertas. Si viajas fuera de los meses de verano, estará todo cerrado así que no hagas cuenta en comer por aquí
De vuelta a Santander, deja el coche bien aparcado hasta mañana y date un paseo por el paseo marítimo que incluye el bonito edificio del Centro Botín, los Jardines de Pereda y la estatua de los Raqueros en Puertochico. Subiendo las escaleras del Centro Botín podrás obtener unas vistas fantásticas a la bahía de Santander. Si te gusta el arte, puedes contactar con nosotros para gestionar tu entrada al interior ya que el acceso a la planta superior por las escaleras exteriores es libre y gratuito.
Para acabar el día de hoy, puedes acercarte hasta la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral de Santander y la Plaza Porticada. Si buscas un lugar donde cenar, en el centro encontrarás gran variedad de restaurantes.
Si no te da tiempo a visitar el Museo de Altamira el primer día de tu llegada, no te preocupes ya que volverás a pasar por ese punto varias veces durante tus viaje en coche por Cantabria.
La entrada se adquiere en el mismo museo y el precio es muy modesto.
La visita al Museo de Altamira es accesible para personas con movilidad reducida.
Si no has desayunado o te apetece volver a hacerlo, en Santillana del Mar hay una pequeña cafetería - panadería abierta desde 1912: Panadería de Lorenzo Fernández. Nada más entrar verás una vitrina llena de dulces entre los que se encuentran los famosos sobaos pasiegos, las quesadas y las corbatas de Unquera. La encontramos por casualidad en nuestra visita a Santillana del Mar cuando empezó a llover y decidimos entrar a tomar un café mientras amainaba. ¡Todo un acierto!
En Santander hay una gran oferta gastronómica donde destacan sus restaurantes y bares donde alternar, que es como llaman los cántabros a ir de local en local comiendo raciones y tomando algo.
Estos locales y establecimientos los encontrarás a lo largo de la Plaza de Cañadío y en las calles Hernán Cortés, Daoiz y Velarde y Santa Lucía. Estas calles están unidas y están llenas de bares y terrazas muy animadas con una gran oferta culinaria. No te pierdas sus raciones de productos del mar entre las que destacan las rabas y las anchoas. Si te gusta la tortilla de patatas, su especialidad es con queso de cabrales y están riquísimas. Por supuesto, no dejes de probar los fabulosos quesos cántabros y, como postre, su quesada pasiega.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno está a tan solo unos 20 minutos en coche desde Santander. Una vez llegues allí, tendrás que enseñar tu entrada en taquilla en el punto de acceso. La visita al parque es en coche donde irás haciendo diferentes paradas en los miradores que están bien señalizados y cuentan con lugar donde estacionar para poder salir a hacer fotos y observar a los animales en semilibertad: jirafas, elefantes, rinocerontes, osos, hipopótamos pigmeos, reptiles, hienas, leones... Esta entrada incluye la visita de un día entero al Parque Natural de Cabárceno y la subida en telecabina para contemplar el parque desde el aire. La visita suele durar unas 6 horas, depende del tiempo que te entretengas sacando fotografías y si viajas con niños.
Por la tarde, puedes acercarte hasta el bonito pueblo de Liérganes, de camino a Santander y a tan solo 20 minutos de Cabárceno. Este municipio cuenta con un río y un bonito puente de piedra, el Puente Mayor, donde encontrarás la estatua del Hombre Pez. Nuestra recomendación es que te pierdas por sus callecitas empedradas y, si te sobra tiempo, te sientes a merendar un chocolate con churros, típico de aquí, antes de regresar a Santander.
El Parque de Cabárceno no es un zoológico ni un parque convencional sino una gran extensión de 750 hectáreas en las que conviven 1.000 animales en semilibertad. Esto quiere decir que, excluyendo que son alimentados por el personal del parque, el resto de sus instintos siguen manteniéndose en libertad por lo que no es difícil ver pelear a los machos en época de celo o ver crías de elefante que han nacido en el parque. Además, ¿sabías que lo que ahora es este bonito parque lleno de animales procedentes de cinco continentes, era una antigua explotación minera? Es sorprendente la preciosidad del paisaje kárstico que podrás contemplar en tu visita.
Si se acerca la hora de comer, puedes hacerlo en los restaurantes dentro del parque o fuera de él. Nuestra recomendación es que comas fuera del parque ya que es más económico y encontrarás menos gente. No te preocupes si no has acabado la visita ya que con la entrada puedes salir y volver a entrar durante el mismo día siempre y cuando enseñes tu entrada.
Los restaurantes fuera del parque están muy cerca, justo pegados a la zona de los elefantes. En ellos encontrarás carta y opción de menú tradicional donde suelen incluir el famoso cocido montañés.
La estatua del Hombre Pez de Liérganes está hecha en honor a Francisco de la Vega. Según cuenta la leyenda, este joven fue arrastrado por el río y se creyó que se había ahogado irremediablemente. Cinco años más tarde de su desaparición, unos pescadores de la bahía de Cádiz lo sacaron del mar con sus redes. Por lo visto, el hombre-pez, como le llamaron, habría sobrevivido todo este tiempo en el mar e incluso le habían salido escamas en la piel. El hombre-pez se había olvidado de hablar, lo único que pudo decir fue "Liérganes", el nombre de su pueblo donde fue devuelto y donde habitó hasta el fin de sus días.
La primera parada del día de hoy será el Teleférico Fuente Dé. Para llegar hasta allí con el coche lo harás por el Desfiladero de la Hermida, un camino precioso donde contemplar los Picos de Europa. Cuando llegues al Teleférico Fuente Dé, estaciona tu vehículo en el aparcamiento destinado a ello. Con la entrada podrás subir a la telecabina a una altura de más de 1.823 metros y en 4 minutos habrás llegado a la estación superior donde contemplar los Picos de Europa o tomarte algo caliente en la cafetería. También hay ruta de senderismo de bajada bien señalizada pero ten en cuenta que son más de 4 horas... Eso ya depende de tu tiempo y tus ganas.
Al salir de Fuente Dé, si se acerca la hora de comer es buen momento para parar en alguno de los restaurantes que dan a la carretera y probar el cocido lebaniego típico de esta zona.
A tan solo 18 minutos en coche, habrás llegado a Mogrovejo, un pequeño pueblo catalogado como Pueblo más bonito de España. donde se rodo la película de Heidi, una adaptación India al cine Bollywood. Este municipio se ve en 15 minutos ya que es diminuto. Al salir de Mogrovejo, dirígete hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Está de camino a Potes y tiene en su haber una valiosa reliquia, el Lignum Crucis. Concretamente el más grande que tenga cualquier otro monasterio o templo cristiano. La entrada es gratuita.
Después de visitar el Monasterio de Santo Toribio, lugar de peregrinaje, la siguiente parada será Potes, un precioso pueblo de montaña, el favorito de muchos viajeros. Nada más llegar verás la Torre del Infantado, aparca por allí y sigue el paseo caminando. La iglesia, el puente de piedra y sus callecitas invitan a ello. En este pueblo encontrarás tiendas con productos típicos de la zona y souvenirs.
Para acabar el día, regresa a tu hotel en San Vicente de la Barquera, a 45 minutos en coche desde Potes, descansa y prepárate para ir a cenar a alguno de los encantadores restaurantes junto al mar.
El Lignum Crucis es una reliquia muy valorada por los cristianos ya que se trata de un trozo de la cruz donde murió Jesucristo. De hecho, Lignum Crucis viene del latín y significa "leño de la cruz". Aunque hay varias reliquias Lignum Crucis por el mundo, la del Monasterio de Santo Toribio de Liébana es la más grande conservada, incluso más que la que se encuentra en San Pedro, en el Vaticano, de ahí que sea lugar de peregrinación de viajeros de todo el mundo que se desvían del Camino de Santiago solo para poder contemplarla. Tanto si eres creyente como si no lo eres, lo cierto es que has varias fuentes históricas que corroboran que esta reliquia perteneció a esa época, no solo porque aparece en varios textos históricos sino porque la ciencia, a través del análisis de la madera, ha podido concluir que perteneció a esa época y lugar.
El cocido lebaniego es uno de los platos típicos del valle de Liébana, en Cantabria. Su contundencia se debe a que es un plato de invierno de esos que te quitan el frío y te dan la energía necesaria para todo el día. Este guiso está compuesto de garbanzos, patatas, berza o repolla y diferentes carnes de ternera y cerdo (chorizo, morcilla, tocino, hueso de jamón) y se acompaña con una sopa de fideos de sabor intenso. Si vas a Cantabria en invierno, no puedes dejar de probar este plato único que te dejará como nuevo. Eso sí, tómatelo con calma porque hay para rato...
Cuando salgas de Fuente Dé y de camino a Mogrovejo, encontrarás el restaurante Los Llanos. Nosotros paramos por casualidad para reponer fuerzas en un día de lluvia y frío y fue una elección fantástica. El establecimiento es una casona de piedra de más de 100 años que cuenta con una buena chimenea. La mayoría de su clientela son cántabros así que disfrutarás de una comida tradicional 100% auténtica.
Hoy es recomendable que empieces tu ruta temprano, sobre las 9h ya que antes de llegar a Comillas, pasarás por el bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal, el único de Europa. El recorrido es circular y se hace en 30 minutos así que no te quitará mucho tiempo pero si no quieres toparte con mucho visitante, mejor ir temprano. El itinerario continúa con la visita al bonito pueblo de Comillas, su famoso Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano. La visita a este municipio te ocupará medio día ya que tiene mucho que ofrecer. En la entrada del pueblo, encontrarás un amplio aparcamiento gratuito. Justo en frente te toparás con el precioso Palacio de Sobrellano y la capilla- panteón del arquitecto Joan Martorell. Empieza tu visita acercándote a la taquilla del Palacio de Sobrellano donde te informarán sobre la próxima visita guiada. La entrada tiene un precio muy modesto y la explicación del interior del palacio y del marqués de Comillas, es de lo más interesante. De hecho, con esta visita entenderás la historia de todo el municipio y los grandes hitos que se consiguieron. La visita dura unos 40 minutos. Si no quieres entrar, aunque te recomendamos encarecidamente que lo hagas, el acceso a los jardines del palacio es gratuito. Desde allí arriba se ven unas fantásticas vistas a la Universidad Pontificia y al Ángel gigante que mandó esculpir el marqués de Comillas y que se encuentra en el cementerio gótico de la localidad, frente al mar. La siguiente visita imprescindible, es el Capricho de Gaudí, un edificio modernista realizado por el gran arquitecto Antonio Gaudí, uno de los pocos fuera de Cataluña. Llama la atención por su torre verde que parece de cuento. La entrada se adquiere en el mismo recinto y es una vivienda de lo más curiosa. Bonita, pero poco práctica. ¡Un capricho en toda regla! Una vez salgas del edificio, puedes ir hasta la fuente de los tres caños, en el centro de Comillas, donde encontrarás diferentes restaurantes donde comer de menú o de raciones. Si te apetece comer pescado o buen marisco, entonces resérvate para tu siguiente parada a San Vicente de la Barquera. Aprovecha también para hacer algunas compras en los pequeños comercios de la zona y, si te apetece, antes de dejar este pueblo puedes acercarte hasta el cementerio gótico y la costa con el coche.
Por la tarde, es hora de seguir la ruta para llegar hasta el pueblo marinero que dio a conocer el famoso David Bustamante, del que se pueden ver fotos en algunos de sus establecimientos. Sea como sea, San Vicente de la Barquera es una villa preciosa que junto con sus barquitas de colores, su faro y su conjunto monumental, la convierten en un destino fantástico. Nada más llegar a San Vicente, verás el Puente de la Maza y como la marea baja al atardecer hasta el punto de que se queda el fondo a la vista y las barcas dejan de flotar. En los alrededores encontrarás el Castillo del Rey, la fachada de un antiguo hospital, la Iglesia de Santa María de los Ángeles y las murallas medievales desde donde se ven unos atardeceres estupendos.
Finalmente, toca regresar a Santander, si llegas a tiempo para el atardecer, puedes ir al municipio costero de Suances, que está de camino.
En la carretera, bordeando el mar, es donde se encuentran la gran mayoría de restaurantes en San Vicente de la Barquera. Aquí se usa mucho el término "alternar" o, lo que es lo mismo, ir de local en local tapeando.
Si buscas un restaurante más elegante donde tomar el aperitivo, una copa o cenar, en el faro se encuentra el establecimiento más chic del lugar, la Ostrería San Vicente.
Como buena villa marinera, sus pescados y mariscos son su fuerte. Aquí se usa mucho el término "alternar" o, lo que es lo mismo, ir de local en local tapeando. Entre sus raciones destacan las navajas de San Vicente de la Barquera, algo más pequeñas que a las que estamos acostumbrados pero muy ricas, los bocartes (boquerones), las almejas y las zamburiñas. Si te gusta el queso, te recomendamos que pidas una ración con los quesos típicos de la zona. ¡Están buenísimos!
Para beber un buen vino cántabro, nosotros probamos el Micaela, un albariño ideal para los pescados y mariscos que nos encantó.
Este último día toca despedirse de Cantabria. Aprovecha para hacer las últimas compras y llevarte algunos sobaos y quesadas a casa. ¡Seguro que lo echarás de menos! Si tienes tiempo puedes acercarte hasta la playa de Sardinera, a tan solo unos minutos del centro de Santander.
¡Buen viaje
Si viajas en avión, recuerda estar en el aeropuerto con un mínimo de 2,5 horas de antelación, sobre todo si tienes que devolver el coche de alquiler ya que puedes encontrarte con colas. ¡Más vale prevenir que curar!
Esta entrada incluye el acceso al Parque de la Naturaleza de Cabárceno y la subida a la cabina. Permite entrar y salir del parque el mismo día.
La entrada del Teleférico Fuente Dé incluye el trayecto de ida y vuelta a la estación superior.
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